sábado, 26 de enero de 2013

¿Se puede medir el aprendizaje?



Para responder a la siguiente pregunta debemos tener claro tres conceptos:
- Medir: dato que busca un objetivo (poner número a algo); por ejemplo: ¿cuánto mide una clase?
- Calificar: tiene como objetivo la nota del examen. Por ejemplo calificar el menú de un restaurante.
- Evaluar: emitir un juicio de valor. Juzgar algo y decir si es positivo o negativo. Para ello hacen falta criterios previos; por ejemplo una anotación en un examen.  COMPRENDER -> CAMBIAR -> MEJORAR

Antes de tener claros estos conceptos, la mayoría habríamos respondido que sí se puede medir el aprendizaje, total, sólo es poner un número. Pero cuando se trata de aprendizaje, no e sólo poner un número, es evaluar al alumno,practicar la evaluación continua con cada uno de ellos; es decir, ver qué sabían cuando entraron al principio a clase, y ver cómo ha evolucionado, lo que ha aprendido; para eso no hace falta ni medir, ni calificar, aunque la ley obligue a poner una calificación.

La calificación se define como evaluación sumativa (cuantitativa), por el contrario, evaluación se define como evaluación formativa (cualitativa). La diferencia es que en una de ellas lo importante es una nota, y en la otra el proceso de aprendizaje, el camino... Caminante no hay camino, se hace camino al andar (Machado)

Las intenciones de evaluar son: 
* Favorecer el desarrollo intelectual, afectivo, social y moral del alunado y profesorado.
* Mejorar la calidad educativa.
* Legitimar las diferencias sociales provocadas por un sistema injusto.
* Controlar la eficacia del sistema educativo (el mejor producto al mejor coste)

Incluso los valores que se enseñan son distintos los de evaluar que los de calificar.
VALORES DE EVALUACIÓN:diversidad, cooperación, solidaridad, democracia, justicia, libertad, divergencia, autonomía, crítica y calidad.
VALORES DE CALIFICACIÓN: homogeneización, competitividad, individualismo, exigencias de los mercados, capital, sumisión,convergencia, objetividad, criterio del experto y eficacia.

Con estas descripciones queda bastante claro que no es lo mismo calificar que evaluar, y  por supuesto, que no se puede medir el aprendizaje.





¿En qué consiste crear buenas condiciones para que los niños aprendan?

Hace unos días terminaron las clases de una asignatura de Pedagogía, y el último día el profesor nos pidió que hiciéramos una evaluación de la asignatura; para ello empleamos el DAFO (Debilidades, Amenazas, Fortaleza y Oportunidades). En fortaleza, toda la clase estábamos de acuerdo en que era:

- El temario: a veces lo importante no es dar demasiado contenido, si no que lo que demos, lo demos bien, lo entendamos bien. Menos es frecuentemente más. A la larga recordaremos mejor estos contenidos que veinte temas de historia.

- La participación en clase: al estar sentados en forma de círculo, todos participábamos en las clases. Fomentar la actividad y la implicación de los estudiantes: Confucio: lo que se oye se olvida, lo que se ve se recuerda, lo que se hace se aprende. Learning by doing.

- Explicaba los contenidos mediante casos reales: relacionar los contenidos con las preocupaciones actuales de la vida en todas sus dimensiones: natural, social, económica, personal.

- Crear un clima de confianza, de amistad: al estar sentado en el mismo nivel que nosotros y hablarnos como si fuese uno más de nosotros (nada de superioridad).

- Utilizar la  evaluación como instrumento y  proceso de aprendizaje. Evaluación versus calificación.

- Asistencia voluntaria a clase: de este modo sólo va a clase aquella persona a la que le interesa aprender.

- Actitud positiva del profesor e interés por que aprendamos.

- En su metodología, en sus clases, nos hacía reflexionar constantemente construyendo entre todos los significados. Aprendemos en grupo. Y sobretodo, motivarnos para querer aprender.

En definitiva, estas son las pautas para crear las condiciones oportunas para que se produzca la enseñanza y el aprendizaje relevante.

¿Qué vale la pena enseñar en la escuela?

Hoy en día lo que se enseña en la escuela es por:
1. Sesgos nacionalistas: tendencia a dar lo nuestro, sólo lo de España.
2. Utilidad d los contenidos: se seleccionan por academicismo, no por utilidad.
3. Forma de seleccionar los contenidos: los contenidos importantes son los que el profesor selecciona, no los que son más útiles para la vida.
4. Significación de los contenidos
5. El examen es lo que define qué es lo importante para aprender.

En realidad  no harían falta ni las distintas asignaturas, ni empezar por la teoría y seguir con la práctica (si es que hay). Por ejemplo cuando aprendemos a montar en bicicleta, lo hacemos mediante la experimentación; no nos hace falta saber de qué piezas está fabricada un bicicleta. En la escuela, es al contrario; nos enseñan las partes de la bicicleta para que luego podamos aprender a manejarla.

Ni siquiera hacen falta las asignaturas porque, por ejemplo, cuando el profesor le dice al niño que realice un proyecto sobre los planetas, así el niño aprende geografía, ecología, biología, lengua, matemáticas; y todos estos conocimientos (si no hubiesen asignaturas) se podrían evaluar al igual que si hubiera asignaturas.
Miles y miles de veces hemos oído la frase de: "no entiendo para qué me va a servir a mi esto en la vida". Es ahí cuando deberíamos darnos cuenta qué vale la pena enseñar en la escuela. ¿Para qué nos sirve aprendernos fórmulas matemáticas para saber hacer una integral si con darle a un botón en la calculadora se puede hacer?, ¿Para qué nos sirve aprendernos un montón de significados de palabras que en la vida vamos a usar si en un minuto lo miramos en el diccionario o en Internet?; así hay montones de preguntas, que seguramente la mayoría e los profesores  son conscientes de que son verdad pero no hacen nada para cambiarlo. Lo más fácil es seguir un guión y hacer lo que pone en la programación y no calentarnos a cabeza pensando qué es más importante para la vida. ¡Para qué queremos saber en qué año se produjo la paz de augsburgo, cuando no sabemos ni hablar en público!

Son cuestiones que la mayoría de los profesores no van a cambiar, pero que podemos cambiar aquellos que queremos dedicarnos a la enseñanza.

Otra cosa también importante: LAS ESCUELAS MATAN LA CREATIVIDAD




Los objetivos educativos, ¿son una ayuda o un estorbo?¿Y las competencias básicas?

En la vida es bueno tener objetivos, metas, que se traducen como ilusión en la vida por algo; y es cierto que si nuestro objetivo en la vida es terminar una carrera y trabajar de ello, se transforma en objetivos educativos, e decir, para terminar una carrera debemos seguir el camino para llegar ahí. En ese caso, los objetivos educativos ayudan a la persona.

Si hablamos por ejemplo, de un niño que quiere llegar a ser abogado, y que por ley tenga que pasar por la ESO, bachiller, selectividad, conseguir una nota, y tras eso, comenzar a estudiar lo que le gusta, esos objetivos ya serían un estorbo; porque no hay necesidad de llegar a ningún lado, ningún límite. Porque en realidad son límites que se ponen a los alumnos, y en realidad pérdidas de tiempo si no se produce el aprendizaje. De qué sirve selectividad si se estudia de memoria y a a siguiente semana se nos olvida?. Existen profesores que definen segundo de bachiller como un paralelismo a un embarazo; primeros meses bien, luego llegan los dolores (exámenes, selectividad), y tras nueve meses ya tienes al bebé (una plaza en la universidad, si ha llegado la nota al límite que se pone). Parándonos a pensar esta burrada, ahí se demuestra el interés que algunos profesores tienen por el aprendizaje de sus alumnos, si ellos mismos nos dicen que tras    selectividad ya está todo olvidado. Esos son objetivos por los que tenemos que pasar, pero que en realidad no sirven para nada, es decir, son un estorbo.

Que los objetivos educativos sean un estorbo o una ayuda depende de los objetivos que tengamos en la vida, los objetivos educativos son un estorbo o una ayuda, aunque también depende del método que los profesores utilicen para la enseñanza.

La enseñanza será eficaz en la medida en que logre:
  • cambiar a los alumnos
  • en las direcciones deseadas
  • y no en direcciones no deseadas.
Hay que asegurarse de que existe una necesidad de enseñanza, constatando que 1) hay razones para aprender y 2) los alumnos no conocen aún lo que se les va a enseñar. En segundo lugar, hay que especificar claramente los resultados u objetivos que se pretende alcanzar con la enseñanza. Habrá que seleccionar y preparar experiencias de aprendizaje para los alumnos, de acuerdo con los principios didácticos y habrá que evaluar la realización del alumno de acuerdo con los objetivos previamente elegidos.

Si la enseñanza no cambia a nadie, carece de efectividad, de influencia.







En cuanto a las competencias básicas: Las 8 Competencias Básicas en Educación:
* Competencia el comunicación lingüística
* Competencia matemática
* Competencia con el conocimiento y la interacción con el mundo físico
* Tratamiento de la información y competencia digital
* Competencia social y ciudadana
* Competencia cultural y artística
* Competencia para aprender a aprender
* Autonomía e iniciativa personal

Estas competencias, como su propio nombre indica, son básicas para el proceso de educación de cualquier persona. Todo el mundo debería tenerlas, si no es mediante el colegio, mediante otros métodos, pero a pesar de ser también límites que se ponen para poder pasar de curso, son límites que todo el mundo debería alcanzar.

El hecho de tener objetivos educativos y que queramos llegar a un lugar (una carrera), y tengamos que pasar por mecanismo de clasificación para conseguirlo (exámenes), y que sólo pase "a la siguiente fase" aquel que ha las mejores notas, crea competitividad. Esta competitividad a la vez, crea individualismo, uno d los mejores métodos para poder calificar de los algunos profesores; pero si se evaluara en lugar de calificar, tendríamos claro que la competencia no es favorable para nada, que se aprende muchísimo más en grupo, compartiendo opiniones y debatiendo sobre aquello que no estemos de acuerdo.

El hecho de que haya competencias, no quiere decir que de ahí vayan a salir personas competentes; son dos conceptos muy diferentes. La competencia es: para que y sea bueno, tú tienes que ser malo (que es o que produce la escuela); sin embargo, una persona competente es aquella persona cualificada, capaz de realizar aquello que se proponga.

Sin estas competencias básicas, pocas personas podrían llevar a cabo todo lo que verdaderamente quier hacer en la vida. Porque se sufre cuando no sabemos escribir, o leer, o realizar una cuenta, o no sabemos cómo comenzar a hablar, o nada sobre el mundo que nos rodea. En este sentido, sí son beneficiosas las competencias básicas.













¿Existe un método para saber qué hacemos en clase la semana que viene?

Suponiendo que esta pregunta se le hace un profesor, a menos que ese profesor utilice la programación por objetivos, creo que no hay ningún método para saberlo.
El buen docente no planifica sus clases; el buen docente piensa algún tema que plantear en clase y conforme vaya transcurriendo la clase pensará algo para la próxima, algo creativo, pero no es algo que haya planificado a principio de curso.
Si de verdad el docente hace eso, significa que tiene interés por que los alumnos aprendan, y que no está ahí por trabajar y ganar un sueldo.
No hay un método exacto para llevar a cabo una buena organización de las tareas en clase día a día porque
un profesor no sabe realmente los problemas que le pueden surgir en la clase: puede haber un conflicto, puede ocupar la resolución de cualquier duda de un alumno un cierto tiempo...en definitiva, que pueden pasar muchas cosas que no están previstas a la hora de administrarnos el tiempo. Realmente podemos pensar qué les gustaría hacer a los alumnos en clase la semana que viene, bien por la finalización de un tema o bien por realizar una práctica relacionada con el tema que en ese momento el profesor esté dando en clase, por ejemplo: las plantas, y por este motivo, acudir a algún huerto o invernadero cercano al centro escolar para que los alumnos vean en persona todos los factores y partes que tiene una planta. Pero se pueden trastornar los planes, es más, la mayoría de las veces no se llevan a cabo porque los profesores improvisan para que los alumnos aprendan mejor los objetivos e innovamos. Entonces, a principios de curso, los profesores podrían tener una visión del curso planeada y con las ideas claras, pero conforme pasan los días van cambiando su planificación y la van adaptando a la clase, es decir, a los alumnos/as.


Existen varios métodos de enseñanza:
1. Programación por objetivos (es la más conocida); el objetivo de esta programación es: gastar el menor dinero posible, en el menor tiempo posible y que los alumnos sean más "eficaces". ¿Cuál es el problema? que aunque la programación se cumpliese a rajatabla, no asegura que el aprendizaje se produzca.
2. Programación por tareas: no se preocupa de los objetivos operativos, sino que se centra en las actividades y todo lo demás gira en torno a eso; es decir, los objetivos no dominan.
3. Planificación por proyectos o problemas: se utiliza el método del caso, en el que cada alumno toma un papel, y se aprende el caso mediante la práctica.
4. Currículo centrado en el temario: el profesor se centra sólo en el temario que tiene que enseñar; estos diseños son los de más amplio uso, debido a la aceptación de conocimiento y contenido como partes integrales del currículo.
5. Currículo centrado en problemas: enfoca problemas de la vida; en las realidades percibidas de la vida institucional y grupal, tanto para el individuo como para la sociedad, en general.


Aquí dejo un vídeo que lo explica mejor: 
http://www.rtve.es/alacarta/videos/redes/redes-manera-disruptiva-aprender/1144580/

viernes, 25 de enero de 2013

¿Se puede saber ser profesor antes de serlo?



La gran mayoría de personas a las que les preguntemos esto contestarían, y aun más si se quieren dedicar a la "enseñanza", con un sí rotundo; pero en realidad si nos paramos a pensar lo nerviosos que solemos ponernos (la mayoría, no todos) simplemente cuando queremos hablar con alguien a quien no conocemos, cuando tenemos miedo de pasar vergüenza, cuando exponemos en clase, o simplemente hablar en clase, nos damos cuenta de lo difícil que es.

Tampoco nos hemos planteado que pueda ser una especie de visión que tenemos hacia los profesores lo que nos haga pensar esto; porque cuando observamos año tras año como lo profesores se comportan exactamente igual en todas las clases, como se saben el temario "de memoria" y como muestran, en gran medida, la indiferencia por saber si aprendemos o no, es normal que lleguemos a pensar eso; todo parece ser mecánico, como una fórmula que puedes aprender, por lo que sería fácil ejercer de profesor.
Pero la respuesta correcta a esta pregunta sería que no se puede saber ser profesor antes de serlo, o al menos si queremos ser unos buenos profesores y no máquinas que se dediquen a dar el temario y poner calificaciones.

Una persona puede saber muchísima teoría (contenidos), pero lo importante, o con lo que los niños aprenden es con la práctica. Es por ejemplo como aprender a patina, todo el mundo a aprendido a base de golpes, mediante la experimentación. Nadie nos ha dado un manual de instrucciones para saber cómo se aprende a patinar. Sin embargo en el colegio eso es lo que hacen; primero nos dan la teoría para que luego "aprendamos" mediante esa teoría. ¿es realmente así como se aprende?; eso es otra cuestión.
Además de saberse la teoría, hasta que una persona no esté en el puesto de profesor no sabrá nada sobre cómo comportarse frente a los alumnos, cómo transmitirles conocimientos...

Para saber ser profesor se debe de tener en cuenta:
- La experiencia propia como alumno: así se sabrá como pueden reaccionar los niños ante los métodos  de enseñanza que utilicemos, ante la forma de dar clase, ante los compañeros, entre ellos, etc.
- No llevar siempre el mismo tipo de enseñanza: el método de enseñanza que se lleve a cabo debe de ser divertido, interesante, que todos participen, se comuniquen entre ellos, no la típica clase en la que el profesor es el que habla y los alumnos los que atienden hasta aburrirse como ostras (Por eso la frase del título del blog de: ni enseñar es atacar, ni aprender es resistir).
- Evaluación centrada en e estudiante y su comunidad: para saber si un alumno ha aprendido durante las clases, no se comprueba poniéndole un examen en el que suelte todo lo que el día anterior ha memorizado, sino observando su evolución, evaluar el aprendizaje del alumno teniendo en cuenta también factor externos como la familia, el ambiente cultural, su personalidad, su maduración, etc. (se sabe que, por ejemplo, los problemas familiares pueden afectar al proceso de aprendizaje del niño)

Las notas nunca hacen justicia al proceso de aprendizaje; el deber del profesor es ayudar al alumno a seguir el camino de aprender a aprender. Los buenos profesores tienen metas para todos sus estudiantes. No se dan por vencidos con los estudiantes que van atrasados. Los buenos maestros motivan a sus estudiantes y les enseñan diferentes perspectivas.